Nosotros

Nacimos para adorar a Dios, nuestro fin primero y último es darle gloria a Dios a través de nuestra vida.

La Biblia nos lo muestra de principio a fin, al final gente de todo lengua, tribu y nación estarán frente al El adorándole (apocalipsis 4), es por eso que creemos que Dios debe ser adorado en cada lugar donde es predicado, para hacer conocerlo y que el conocimiento de su gloria aumente.

Creemos en levantar altares de adoración a Dios en donde Él no es adorado, por esto apuntamos a trabajar de la mano con la Iglesia local para levantar estos altares de adoración en lugares estratégicos y manifestar de manera unida las buenas nuevas de Jesús para la humanidad.

Estos altares los levantamos en lugares públicos o en recintos cerrados como casas, templos y auditorios.

Además, trabajamos para apoyar a la Iglesia local en su proceso como Iglesia Adoradora sirviéndoles en esta área de la manera más pertinente según sea su necesidad generando herramientas para ello.  Creemos fundamentalmente que la Iglesia debe adorar a Jesús en lugares donde no es adorado,

la Iglesia debe manifestar a Jesús donde no es manifestado, es por esto que tenemos un convencimiento de que la Iglesia debe de ser motivada constantemente a salir de lo cotidiano y manifestar su fe en entornos donde comúnmente no lo hace.

Pretendemos que la Iglesia se despierte y se concientice de lo importante que es el manifestar su fe a través de la adoración, además de compartir su fe con otros que no conocen de Jesús. Estamos convencidos que a través de lo que hacemos se está manifestando el Reino de Dios a través de su Iglesia y se está generando un impacto espiritual en los entornos donde estamos haciendo presencia a través de la difusión del evangelio de manera práctica, impactando las vidas de personas que aun no conocen al Dios vivo y manifestando Su nombre para que su gloria sea extendida.